sábado, 11 de febrero de 2017

Intereses marítimos nacionales: la flota calamarera extranjera y la pesca artesanal

Flota extranjera frente a costas peruanas 
Francisco J. Miranda Avalos*
 
Lo que hoy sucede, es algo que anticipamos hace algunos años. Y en realidad tiene mucho que ver con la capacidad de entendimiento del mercado del calamar gigante, por parte de los pescadores y también tiene directa relación con los recursos de oportunidad que el mar peruano trae en cada ciclo. Básicamente es un tema de costo beneficio, mezclado con la historia del “perro del hortelano”.

La flota calamarera extranjera, basicamente China, era muy pequeña hace algunos años y en su mayoría eran barcos que tenían licencia de pesca de Illex en Argentina, hacían una temporada de pesca frente a costas Argentinas y terminaban el año frente a las costas peruanas y chilenas. Ellos básicamente buscaban calamar gigante bebe, que es un recurso cotizado por su tamaño y sabor neutro, cosa que no tiene el calamar gigante adulto que normalmente hay que tratarlo para sacar su sabor "acido o amoniacas”.

Muchos empresarios chinos (por que en China convive el capitalismo con las aspiraciones comunistas) hicieron grandes inversiones en plantas de procesamiento de calamar gigante, basándose en los precios y la oferta constante de productos del Perú, principalmente cocidos, que procedía de una regular captura de este recurso por parte de la flota artesanal. La flota artesanal no tenia otras opciones y la pesca del calamar era su única posibilidad de sobrevivir.

El pescador artesanal quiere su dinero al llegar a puerto y vender su pesca, los altibajos de los precios siempre han sido motivo de molestia para el. En gran esfuerzo humano desplegado para una pesca lejana, de un bicho agresivo con un pico de temer, que bota chorros de tinta y que se mueve gelatinosamente en la embarcación y el miedo constante de caer al agua y ser engullido por estos grandes calamares, son motivos mas que suficientes para pedir un precio justo. La pesca artesanal sin duda es uno de los trabajos mas riesgosos alrededor del mundo.

En su desconocimiento del mercado, el pescador reclamaba precios mejores y alguien pensó por ahí que la “huelga" era una solución. Desabastecer el mercado mellaría la conciencia de los compradores y pagarían mejor precio. Hubo un largo periodo de huelgas de pescadores que antes que tener el efecto esperado, desconcerto a los compradores, que de pronto vieron que sus plantas con miles de trabajadores se veían desabastecidas materia prima.

Por otro lado, el pescador en general, sentía que el calamar gigante era un recurso suyo (olvidando que fue inicialmente explotado por embarcaciones extranjeras, por que nadie lo capturaba). Nadie mas debería extraerlo, menos los industriales pesqueros, "que seguramente lo convertirían en harina” y lo depredarían hasta agotarlo. Cuando los industriales pesqueros quisieron entran con embarcaciones modernas y gran inversión a la pesquería del calamar gigante “ardio troya”. Los pescadores y un gobierno temeroso e ignorante de la situación, hicieron frente común y mas de un empresario peruano perdió mucho dinero invertido en barcos, que jamas tuvieron licencia de pesca, no por que las normas legales no lo permitieran, sino por que los pescadores no daban “licencia social”. Nadie quiere perder dinero así que la mayoría de los empresarios opto por abandonar sus proyectos de flota calamarera moderna y opto por comprar barcos artesanales o asociarse con quien los tuviera.

Pero nadie veia, que en China, los empresarios desabastecidos de calamar gigante para sus fabricas, visitaban al gobierno “centralista y unitario” y le explicaban su problema. China entonces, decidió comprar muchos barcos calamareros y destinarlos al Perú. De pronto la flota extranjera China paso de 100 barcos y con su pesca casi alcanzaban el 80% del total de la pesca anual de la flota artesanal peruana, multiplicando la oferta. Y por si fuese poco, registraron ante la Organización de Ordenamiento del Pacifico (OROP) capturas del orden de las 300,000 TM anuales, registrando historia pesquera en altamar, que luego les permita en un futuro próximo reclamar derechos de pesca ante esa organización. Cosa que el Perú no puede hacer, por que su flota es artesanal y solo pesca dentro de las 200 millas. No tiene historia, ni flota que capture el recurso de manera moderna en altamar.

Hoy el mercado cambio completamente, la flota china prácticamente abastece su propio mercado, con un producto pescado y congelado a bordo, a diferencia del producto peruano que tiene días de pesca y transporte, en muchos casos sin hielo para conservar la materia prima. Chile incremento su oferta ante el abandono del mercado por parte de Perú y Mexico tambien hizo lo suyo. Hace algunos años el Perú representaba casi el 70% del mercado del calamar gigante, hoy alcanza el 30%, es un actor importante, pero ya no preponderante.

¿Que soluciones hemos propuesto desde tiempo atrás? 

Una fue la pesca con embarcaciones madrina, en una suerte de asociación de empresas grandes con pescadores, donde la flota artesanal, en lugar de descargar en puerto, descargaba en una embarcación madrina, que a su vez le daba apoyo logístico, refrigeraba la materia prima y era la encargada de llevar el producto de la pesca al puerto para su entrega en fabricas…pero nuestra ley de pesca prohibe los transbordos en el mar…asunto entrampado.

Otra fue insistir en el ingreso de embarcaciones modernas compradas o construidas por empresarios peruanos, que pudieran pescar el recurso en aguas lejanas de la costa…los pescadores una vez mas se opusieron e hicieron presión política.

Los barcos chinos solo suministran a sus cliente materia prima simple, como el manto, tentáculos, alas y cuellos, por que las facilidades de sus embarcaciones no les permiten hacer productos mas elaborados a bordo. No es posible hacer productos pre-cocidos, ni otros productos con un mayor valor agregado. Eso les permite comprar solo lo que necesitan a otros proveedores distintos a su propia flota, si su demanda es solo de alas, eso pedirán al mercado. Lo que nos deja solo con dos opciones, Una es precisamente lo que nadie quería hace algunos años atrás.

El estado peruano puede conversar con su contraparte China y negociar esta situación, gobierno vs gobierno, para  evitar lo que hoy sucede o minimizarlo.

O, permitir que las plantas puedan hacer mas harina de pota, para que compren el producto entero y todo lo que no puedan vender por que el mercado no lo demanda, enviarlo a la harina. Eso podría sostener el precio de muchos productos con valor agregado, y el empresario tendría una utilidad con la produccion de harina de calamar.

En la historia de la comercialización de la pota, hemos tenido periodos en que los clientes no querían alguna parte especifica del calamar, alguna vez fue el manto, otra las alas, otra los tentáculos. Y eso obligaba a los productores ha hacerse de grandes stocks de materia prima no demandada, que solo consumía electricidad en los almacenes y que luego tenia que ser vendida a precio de remate, ante la escasez de demanda. Distorsionando el mercado y los precios. Por que una vez que un comprador compra barato, establece ese precio como referencia y se hace dificilísimo subirlo. Hacerla harina, habría sido la solución…sin embargo una solución que no le gusta a muchos, por que tienen una idea satanizada de la produccion de harina y aceite de hidrobiologicos.

Si, hay que enterar al gobierno de esto, por supuesto. Pero sobretodo debemos capacitar a nuestros pescadores e intermediarios respecto al mercado del calamar gigante, para que comprendan que sus acciones tienen siempre una repercusión a corto, mediano y largo plazo. Y muchas veces lo que se obtiene, no es necesariamente lo que uno busca.

NOTA DEL EDITOR

* Presidente de la Junta Directiva de OANNES, Señor de las Olas, Aporte al Foro Hispano Americano de Intercambio de Información sobre Temas de Mar publicado el 1 de febrero de 2017. http://www.oannes.org.pe